martes, 6 de septiembre de 2011

¡Por fin terminó Agosto!

¡Menudo veranito! A pesar de las últimas subidas, el mes de agosto termina con caídas próximas al 10% en la mayoría de índices bursátiles. Alguno, como el DAX alemán, llegó a perder más de un 20% durante el mes.

Las caídas han venido provocadas por lo que podría convertirse en una “tormenta perfecta”. Por un lado, las renovadas dudas sobre la resolución de la crisis griega y el contagio a otros países de la zona euro (España e Italia) ante la pasividad de los políticos europeos.

Las dudas sobre la voluntad política para salvaguardar la integridad de la Unión Económica y el euro, terminaron afectando al sector financiero, en el ojo del huracán por su ya de por si débil posición y por la elevada exposición a la deuda soberana europea. A día de hoy, el crédito mayorista sigue estando cerrado a cal y canto para los bancos europeos (no pueden financiarse en el mercado).

Por otro, la constatación de la desaceleración de la primera economía del mundo (EE.UU) y el miedo a que esa ralentización termine por convertirse en una nueva recesión. Por si esto fuera poco, el recorte de su calificación crediticia por parte de una de las agencias de rating, al estimar insuficiente el acuerdo alcanzado in extremis por los políticos americanos para aumentar el techo de gasto y recortar el elevado déficit público.

Nos espera un mes de septiembre cargado de citas políticas que deberían cerrar definitivamente el tema del “rescate griego”. Los datos macro se mirarán con lupa a ambos lados del Atlántico. Un día tras otro conoceremos nuevos planes de recortes (consolidación fiscal) y se someterán al juicio de “los mercados”. Y en el plano nacional se pondrá fin a la peor legislatura en términos económicos de la Democracia. ¿Están preparados?.